
Festejadores en las ventanas de la planta superior de la sacristía de la iglesia de Bienservida (s. XVI)
Existe en la iglesia de San Bartolomé de Bienservida una estructura arquitectónica curiosa y poco conocida. Se trata de dos festejadores construidos en cada una de las ventanas rectangulares de la planta superior de la sacristía, una de las partes más antiguas que se conserva en el templo, construida a principios del siglo XVI.
Fachada de la sacristía de la iglesia de San Bartolomé de Bienservida.
Los festejadores, cortejadores, o faladoiros en Galicia, son habituales en las construcciones medievales, sobre todo en castillos; podemos encontrar numerosos ejemplos en edificios de los siglos XII al XVI (Castillos de Belmonte, de Mora de Rubielos, de Pedraza, de Cofrentes, Alcázar de Segovia, etc.).
Aprovechando el grosor de los muros, se construía en el interior, junto a cada lado de una ventana, un banco de piedra unido a la pared que permitía sentarse y aprovechar la luz natural al máximo para leer o hacer trabajos manuales, pero también para conversar o mirar al exterior. Normalmente el vano (hueco de la ventana) iba ensanchándose hacia el interior, lo que al mismo tiempo, daba luz al espacio en que se situaba.
Ventana de la sacristía de la iglesia de San Bartolomé de Bienservida con festejadores.
En el caso de la sacristía de la iglesia de Bienservida, Al tratarse de muros con mucho espesor, para aumentar la luz que entra desde el exterior y más en este caso en que las ventanas tienen orientación al mediodía, tanto las jambas (laterales del hueco) como el dintel capialzado (que convierte el dintel recto de la ventana en un arco en la parte superior) se construyen aumentando el hueco hacia el interior (abocinamiento). Con esto se aprovecha al máximo la luz natural para iluminar este espacio.
Planta superior de la sacristía de la iglesia de San Bartolomé de Bienservida con dos ventanas con festejadores.
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