Estela funeraria de Primus, un "bienservideño" del Siglo III



       Hacia 1995 se encontró en el margen de una tierra de labor próxima a la Ermita de Turruchel una estela funeraria de época romana. Había sido retirada de la parcela y dejada en un montón de piedras en una de las lindes para facilitar el laboreo de la tierra, pero la maquinaria que la transportó, la dañó parcialmente. Puesto el hallazgo en conocimiento de Rubí Sanz, entonces Directora del Museo Arqueológico Provincial, ella misma se desplazó a Bienservida donde recogió la pieza y la depositó en dicho Museo, donde se conserva.

Estela funeraria de Primus. Bienservida. Siglo III.
Estela funeraria de Primus. Bienservida. Siglo III.


      La estela está fabricada con arenisca rojiza, material muy corriente en nuestra comarca, lo que junto con su elaboración tosca, nos sugiere que fue elaborada en nuestro mismo término o en algún lugar próximo.

      Guarda cierto parecido con otra pieza similar encontrada en Villapalacios, estudiada por José Ángel Montañés en su web sobre historia de Villapalacios (ver bibliografía), aunque ésta de Villapalacios es de mayor calidad artística y también está mejor conservada.

      Años después de su ingreso en el Museo Arqueológico Provincial, la estela fue estudiada por Juan Manuel Abascal (ver Bibliografía al final), uno de los grandes expertos en epigrafía en España. Para Abascal, bien pudieran haber sido elaboradas en una misma officina (taller) y ambas se caracterizan por estar elaboradas con un mismo material, abundante en la zona, y por la tosquedad de las inscripciones.

      La estela mide 67 x 32 x 21 cm y las inscripciones están grabadas en una cartela prácticamente cuadrada de unos 20 cm de lado. Las letras miden unos 4 cm de altura. Pesa unos 50 o 60 kgs. La parte superior, redondeada, tiene una prominencia que pudo servir para fijar algún tipo de adormo metálico. La base es muy irregular o está rota y por detrás está muy poco rematada. En la parte derecha faltan fragmentos debido a los golpes que sufrió al ser retirada.

      La parte de la inscripción que se conserva es la siguiente:

DMS
PRIMUS
ANN
HSEST



Cartela de la estela funeraria de Primus.
Cartela de la estela funeraria de Primus.
Bienservida. Siglo III


      La interpretación de la inscripción, basándonos en el estudio de Juan Manuel Abascal, es la siguiente:

DMS (Dis Manibus sacrum) – Fórmula de consagración de la sepultura a los dioses Manes. Los Manes para los romanos eran dioses familiares, almas de antepasados fallecidos que protegían el hogar.
PRIMUS era el nombre del difunto a quien se dedicó la estela.
ANN (orum) indicaba la edad a la que falleció Primus, pero la estela está deteriorada y falta el número que indicaba esa edad.
HSE (Hic Situs Est) - Aquí descansa él.
ST (falta TL por el deterioro de la cartela) (Sit Tibi Terra Levis)- Que la tierra te sea leve.


      Para Juan Manuel Abascal, por las características de la inscripción, la estela se puede fechar en finales del siglo II o principios del III de nuestra era.

      De Primus (Primo) sabemos muy poco. Por no saber, ni siquiera podemos decir la edad a la que falleció, ya que los aperos con los que se retiró su estela funeraria rompieron esa parte de la inscripción, pero sí podemos decir al menos:

Que Primus vivió en el actual término de Bienservida hace unos 1800 años, en un lugar muy próximo a la actual ermita de Turruchel, por tanto en un lugar bien comunicado, cerca de una de las vías que entonces unían la meseta y el valle del Guadalquivir.
Primus y su familia tendrían un cierto nivel económico que les permitió encargar esta lápida y gracias a eso, todavía hoy, casi 2000 años después Primus es recordado en la tierra en que vivió; de hecho, es el nombre del primer "bienservideño" que conocemos (permítaseme la licencia, puesto que faltaban más de 1000 años para la existencia de Bienservida). Para los romanos, cuando alguien viese su tumba y leyese el nombre de Primus y las inscripciones Hic Situs Est (aquí descansa) o Sit Tibi Terra Levis (que la tierra te sea leve), como hacemos también aquí, recordaría al difunto y de esta manera, según las creencias de Primus, su espíritu no quedaría olvidado entre los dioses del inframundo (dii inferi).
Las costumbres funerarias que se reflejan en las inscripciones de la estela son plenamente romanas, lo que nos indica que para finales del siglo II la romanización de nuestra zona era total y la cultura y creencias de los habitantes de nuestro entorno eran las mismas que en el resto del Imperio. Hay que recordar que por esos años se dicta el Edicto del emperador Caracalla (año 212), por el cual se otorgaba la civitas (ciudadanía) romana a todos los hombres libres del imperio, aunque como contrapartida esto implicaba el pago de diversos impuestos con el que el emperador financiaría sus numerosas campañas militares, al aumentar el número de personas obligadas a pagar impuestos.

BIBLIOGRAFÍA

http://www.historiadevillapalacios.es/04.01.estelaromana.htm - Web de José Ángel Montañés sobre historia de Villapalacios - Estela funeraria romana del siglo II de Villapalacios
ABASCAL PALAZÓN, J. M. (2013), - J. M. Abascal (2013), "Cuestiones epigráficas del conventus Carthaginiensis (Hispania citerior), con algunas contribuciones póstumas de Géza Alföldy" en J. López Vilar (ed.), Tarraco Biennal. Actes. 1er Congrés Internacional d’Arqueologia i Món Antic. Govern i Societat a la Hispània Romana. Novetats epigràfiques. Homenatge a Géza Alföldy, Tarragona, 29-30 de novembre i 1 de desembre de 2012, Tarragona, 21-22, nº IV.2
RUÍZ TRAPERO, María (2013), “Inscripciones funerarias en el mundo romano”, Universidad Complutense de Madrid, pp. 345-364.

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